Con ansiedad los microorganismos declaran una guerra, cuerpos indefensos, alterados por el entorno, afectados por la vulneravilidad de la incertidumbre entre estar enfermo y ser enfermo.
Me enferma el mundo, me amarra la humanidad ante el engaño de lo que es o del supuesto es.
El amor cura la enfermedad de lo cotidiano, me sana saber que no eres cotidiana, hoy caemos por un par de semanas o meses en la pregunta de lo habitual, cuantas lunas esperaré a entender que esto no acabará, la tierra no sabe de proyectos capitalistas, tiene hambre de recuperar su piel, nuestra piel es la tierra, está en peligro por la invasión de estos seres, yo me atrevo a romper y a enfrentarlos, no hay obstrucción en mi boca, no hay cubrebocas, me arriesgo como hoy a declararte toda mi sintomatología que altera mi cuerpo.
Los cuerpos se llenan de fluidos, dolores de cabeza, me duele la cabeza al pensar en la distancia, los huesos son lastimados ,son virus que perforan la estructura ósea, me lastima el cuerpo alejado de tí, me cura tenerte cerca, en las noches se adhiere, incubándose por unas horas.
Las fiebres son constantes en miles de seres humanos, 38 o 40 grados, desde tu invasión la fiebre es frecuente, a veces incontrolable, alterada por las manos que se acercan a este organismo, por los labios que prohiben su acercamiento, pues el agua que fluye de los labios mide la temperatura de nuestros cuerpos.
¿Cuántos cuerpos han muerto hasta ahora? cientos por la irresponsabilidad del hombre, cientos de miles por el amor no alcanzado,¿cómo curarnos de amor? llevando a cabo una profilaxis de entrega, sin permitir que nuestros cuerpos se acerquen, sin intercambiar fluidos, sin dejar al oído palabras que sacuden los corazones, sin detener el deseo, aseandose de pasión.
Hoy no quiero usar cubrebocas ante la enfermedad de amar, hoy detesto el pánico de los seres humanos ante el miedo de enfermarse, hoy no me lavaré las manos ante el contacto con tus manos,hoy besaré a quienes amo, a quien amo, a quien deseo, hoy hay miedo de amar, yo no tengo miedo.
Me enferma el mundo, me amarra la humanidad ante el engaño de lo que es o del supuesto es.
El amor cura la enfermedad de lo cotidiano, me sana saber que no eres cotidiana, hoy caemos por un par de semanas o meses en la pregunta de lo habitual, cuantas lunas esperaré a entender que esto no acabará, la tierra no sabe de proyectos capitalistas, tiene hambre de recuperar su piel, nuestra piel es la tierra, está en peligro por la invasión de estos seres, yo me atrevo a romper y a enfrentarlos, no hay obstrucción en mi boca, no hay cubrebocas, me arriesgo como hoy a declararte toda mi sintomatología que altera mi cuerpo.
Los cuerpos se llenan de fluidos, dolores de cabeza, me duele la cabeza al pensar en la distancia, los huesos son lastimados ,son virus que perforan la estructura ósea, me lastima el cuerpo alejado de tí, me cura tenerte cerca, en las noches se adhiere, incubándose por unas horas.
Las fiebres son constantes en miles de seres humanos, 38 o 40 grados, desde tu invasión la fiebre es frecuente, a veces incontrolable, alterada por las manos que se acercan a este organismo, por los labios que prohiben su acercamiento, pues el agua que fluye de los labios mide la temperatura de nuestros cuerpos.
¿Cuántos cuerpos han muerto hasta ahora? cientos por la irresponsabilidad del hombre, cientos de miles por el amor no alcanzado,¿cómo curarnos de amor? llevando a cabo una profilaxis de entrega, sin permitir que nuestros cuerpos se acerquen, sin intercambiar fluidos, sin dejar al oído palabras que sacuden los corazones, sin detener el deseo, aseandose de pasión.
Hoy no quiero usar cubrebocas ante la enfermedad de amar, hoy detesto el pánico de los seres humanos ante el miedo de enfermarse, hoy no me lavaré las manos ante el contacto con tus manos,hoy besaré a quienes amo, a quien amo, a quien deseo, hoy hay miedo de amar, yo no tengo miedo.
