miércoles, 7 de julio de 2010

Me alimento de un frutal

Entre tus piernas, un durazno cae a mis labios,
piel aterciopelada,rosa pálido,
fruta cubierta del rocio de un deseo.

Se desborda un río,
humedad gratificante del dulce de tu sexo,
pequeñas gotas,
pétalos de tus labios vaginales.

Se cubren de un collar de perlas,
transformada en alba,
amanecer cargado de violetas,
me bebo el río que baja de la montaña.

Frutas de un paraíso soñado,
eres nectar de mis deseos necesarios,
me alimento de un frutal,
guardado entre tus piernas.

ES TU CARNE

Es la carne una piel barnizada de tu imagen,
imprigmatura mezclada entre un rojo carmín
y la sangre de tu corazón.

No hay memoria para trazos absurdos,
son horas continuas de la melancolia de tu forma,
recordarte no es la lluvia.
Es llover en el recuerdo eterno de tu ser.

Carne que envuelve redes de periferias
me muevo en una ciudad compleja,
sin embargo solo yo conozco el camino a tu corazón.
Uso cualquier avenida, mi destino,siempre tu alma.

Carne,envoltura de un regalo de fiesta soñada,
es mi cumpleaños todos los dias,
solo espero abrir mi regalo siempre.

BAJO TU CUERPO

Bajo tu cuerpo mi espalda descansa
sábanas de agua salada,
desde el fondo de este mar
hay movimientos que la brisa acaricia.

Manos, brazos, palancas
hechas fuerza de deseos,
miro tus hombros
dibujo hecho de ovalo.

El barco navega, carga velas
que fluyen a la dirección del viento,
eres gaviota que alza sus alas
vuelos disipados con el sonido de tu aliento.

Entre la pelvis y una columna torcida,
hay batallas interminables del poder de eros,
cavidad que segundo a segundo tiende la ventana,
ventana de un sexo anhelado.

No hay caricias programadas,
son dedos viajeros a la simetria de tu cuerpo,
solo navegamos de noche,
con una lámpara de pasión.